miércoles, 25 de noviembre de 2015

"Lo que hacemos en las sombras" - Taika Cohen y Jemaine Clement

 - Comando Actualidad: Vampiros -

Traída desde Nueva Zelanda, y con un claro origen en el inmenso Peter Jackson, "Lo que hacemos en las sombras" de Taika Cohen y Jemaine Clement vuelve a dejar el cine neozelandés a la altura que le corresponde. Sin duda estamos ante la comedia más desternillante del año. Rodada a modo documental, hemos de advertir a nuestros espectadores que tiene escaso tono instructivo, rozando el esperpento en muchas escenas. Pero es ahí dónde reside la maravilla. La cinta narra la historia de tres compañeros inadaptados Viago, Deacon y Vladislav que viven juntos en un piso austero en los suburbios de Wellington, compaginando su día a día con el pequeño detalle que son vampiros inmortales que necesitan carne humana para alimentarse. Pese a lo tétrico que se presenta, la película se centra en desenredar uno a uno cada una de las situaciones cómicas que deben afrontar nuestro trío protagonista para poder llevar una ¿"vida normal"? A cada una de las múltiples tareas que deben realizar (pagar el alquiler de la casa, mantenerla limpia, ir a los pubs de moda...), se suma una dificultad aún mayor: Tener el frigorífico lleno de ... pueden imaginarse. 

En apenas hora y media de largometraje, los directores se encargar de recorrer los mejores tópicos del género: vanidad carcomida, pisos lúgubres con aspecto de calabozo, romanticismo de plastilina, policías influenciables...En definitiva, un museo que une lo reconocible con la ocurrencia descarada que tiñe la cinta con cierto toque de aquelarre garboso.

Sin duda alguna, el detalle de llevar el argumento al género de documental falso, da al filn esa sagacidad y viveza que beneficia por completo a la película. No deja de ser curioso que hasta se permitan la licencia de inventarse un organismo de financiación denominado "Junta Documental de Nueva Zelanda", que por supuesto, es inexistente. 

Pese a lo bien que está llevada la película en todo momento, sí que se echa en falta un final apoteósico que, por desgracia, no se logra encontrar. Pese a todo, el sabor de boca con el que se queda el espectador es bastante nutritivo.

Durante este fin de semana, desde Cine-Club Cerbuna aparcamos los géneros clásico, románticos y Billy-Wilderinos para dejar espacio a la comedia negra, a la sátira y por supuesto al disfrute.

Les invitamos este sábado y domingo a reír con nosotros. Y no tengan miedo, nosotros por el momento, no mordemos. 

Un saludo.

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